Cómo casarse con un... es la secuela de Cómo atrapar a una heredera. Reseña aquí: http://annrodd.weebly.com/3/post/2014/02/cmo-atrapar-a-una-heredera-by-julia-quinn.html
Esta novela sigue con toda la premisa de los espías en epocas napoleonicas, pero como si estuviera mas de fondo. Nuestro protagonista masculino es un cariñoso personaje secundario del libro anterior: James Sidwell, marqués, espía. Y la nueva protagonista es Elizabeth, dama de compañía de la tía de James. Elizabeth tiene tres hermanos menores que mantener, un pequeño titulo que no les da pena ni gloria y necesita urgentemente dinero para sobrevivir, lo que le da la idea de casarse con un hombre rico y con un buen titulo para poder salvar a su pequeña familia. Nada mejor que un marqués, ¿no?
¡ENTONCES! Llega James, solicitado por si tía para buscar a alguien que la está chantajeando por dinero. Como esta es una misión encubierta James se hace pasar por un administrador de fincas y nadie sabe que es el marqués de Riverdale. Menudo plan, que el tio cree que haría la diferencia saber que es marques o no, dirian ustedes. Para Elizabeth si lo es, porque pronto se da cuenta de que se siente atraia hacia James, el administrador y que su objetivo de conseguirse un marquesito bien macho y cabrio esta volando por la ventana.
A decir verdad, me reí muchisimo más con la primera parte. Lizzie es una protagonista encantadora, pero bastante sumisa para mi gusto y yo me sentí mucho mas en sintonía con la personalidad de Caroline, heroina de la precuela. [Me gustan las protagonistas así, Caroline, Anna de Frozen, entre otras]
Con respecto a James, él no parece el mismo personaje que vimos en Como atrapar a una hereda. Parecería que en la primera entrega él es un tipo relajado, divertido, bastante complice, mientras que aquí no tiene nada de eso. Parece preocupado, retraido, y al final del libro se vuelve loco. He de suponer que el amor...el amor lo volvió así (?
Lady Danbury es un personaje terrrrribleee. Terriblemente bueno. Esas tías viejas, ricas y locas que uno no puede creer como son, son geniales. Fue la principal ocurrente de todo el libro, con un humor en sus frases bastante suavizado, como si pujara por salir a cada segundo.